¡Ya no puedo más!


¡Ya no puedo más!

Esta frase es comúnmente escuchada pero eso no implica que sea del todo cierta, en realidad carece de bases sólidas si nos basamos en que “todo” es movimiento, aun el no hacer “nada” es hacer algo, y por ende es una conducta plausible de ser modificada.

Muchas de las situaciones de nuestra vida nos llevan a experimentar una sensación de desborde, un sentimiento de impotencia y falta de control que hace que todo nuestro panorama sea más oscuro de lo que en realidad es. La realidad es que si podemos hacer algo, volver a intentar, probar nuevas estrategias, modificar patrones de conducta, de sesgos cognitivos que condicionan nuestras creencias acciones etc. El problema no es que no podemos, es que no “queremos”. Si, suena muy raro, pero nuestros mecanismos psicológicos son más complejos de lo que nos gustaría. Muchas veces no queremos porque estamos bajo el efecto de la indefensión aprendida o asimilada.

¿Qué significa esto?, significa que muchas veces dejamos de luchar y buscar salidas, basándonos en nuestros múltiples intentos fallidos. “ya lo intente muchas veces, esto no cambiara nunca”. Este pensamiento configura una prisión emocional que anula la creatividad, la posibilidad de aprendizaje frente a los resultados indeseados, rigidiza nuestras emociones y nos vuelve estáticos, prisioneros sin carcelero, presos en una prisión a puertas abiertas.

Así que… ¿qué lectura hace una persona de todo esto? Seguramente que no vale la pena realizar un esfuerzo por un resultado que ya se sabe culmina en fracaso. La sensación es la de que haga lo que haga, no hay escapatoria, no tiene el control de su propia vida. Este fenómeno psicológico es muy potente ya que logra alienar a la persona por completo, principalmente la capacidad de acción, aunque la acción necesaria parezca obvia,  Aunque sean soluciones evidentes, como la de huir de un lugar en el que nos hacen daño.
Gracias a esto la persona se vuelve vulnerable a sus auto-limitaciones, porque esta condicionado por esta indefensión que ha aprendido silenciosamente.

Todavía existe la posibilidad de volver a comenzar, pisar firme el “start” con una dirección de avance, más allá del resultado obtenido. Aún se puede conquistar el control de tu propia vida, hemos de trabajar por recuperarlo y entender lo que ha pasado y aceptarlo es el primer paso del camino; Un camino en el que uno se vuelve a apropiar de lo suyo, de lo que algún día dejó librado al azar. Nuestra vida no debe ser movida por manos ajenas.


Todavía estamos a tiempo! Esperamos tu consulta. 091465559

Comentarios

Entradas populares